Siempre me gustó hacer mis propios papeles. Las personas que trabajamos con collages sabemos lo importante que es contar con papeles que se ajusten a nuestras necesidades y gustos, así que como tal, desde hace años que pinto y estampo mis propios papeles.
Durante la cuarentena 2020 por el Covid-19, se me ocurrió hacer una tirada de papeles estampados a dos tintas en prensa gráfica (tengo una pequeña), usando acetatos troquelados como matrices.
Luego de cansarme de imprimir e imprimir, me puse a probar con otras técnicas (que luego les contaré en otro post) y estampé más papeles.
A los papeles resultantes, los laminé y los utilicé para encuadernar mis propias libretitas de bocetos (unas cuantas se fueron a vivir a las casas de gente que quiero mucho, claro).
También utilicé, para encuadernar, restos de papeles y cartones reciclados; cartones de cajas de leche, cartones corrugados de cajas viejas, retazos pequeños de telas de encuadernar y papeles que iban directo a la basura). Libretitas hijas de la cuarentena, primas del libro de artista y novias del reciclado.
A continuación comparto algo del proceso.
Algunas de mis libretitas terminadas.
Variedad de papeles, ya laminados, listos para encuadernar.
Matrices de acetato, antes de ser entintadas.
Papeles impresos con la primer tinta.
Tinta 1 ya impresa en el papel, y matriz 2 entintada, lista para pasar por la prensa.
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